L’AIRIAL ^{* * * *}

Bien, toute les aires sont devenus chère pour se que nous consommons. Dommage

Le restaurateur de l’année dernière a fait fuir beaucoup de vacanciers.
Cuisine surgelée, fort dommage que chaque année aucun nouveau gérant n’arrive à cuisiner des choses simples mais de qualités. Le restaurant reste le lieu de convivialité où se retrouvent les vacanciers. C’est primordial d’avoir un bon restaurateur.
Nous espérons que l’année 2024 soit enfin l’année du changement

Tout neuf, fonctionnel. Bien arboré et bien situé

Camping que no cuida a sus clientes. Tuve un fin de senana de escándalo. Desdepedida de un equipo de rugby el sabado 9 de septiembre 2019 hasta altas horas de la mañana, con niños, sin poder dormir y asustados, temblando. He puesto varias reclamaciones formales con videos, y todo y únicamente me evitan. Esto a septiembre de 2019.
Estoy reenviando la reclamación mensualmente al camping vía email. Me devuelven el recibí del email, pero estamos a agosto de 2020, y continúan sin contestar... Vamos una atención al cliente nula...
Yo voy a insistir... Una noche tan mala como aquella no la he pasado en mi vida: los niños temblando, orines por todos lados, música a tope...

No fui el único, otros también pusieron reclamaciones.

Creo que se deben de dignar a responder... Lo único que recibí es un email que ya me va a contestar el gerente... De eso hace casi un año.... ¡Ya tengo hasta canas!

Estando en la piscina del camping el sábado 14 de Octubre.
Hora de cierre anunciado por el camping: 18:30.
A las 18:15 vamos al vestuario 2 padres con 3 niños para ducharnos y vestirnos.

De repente, a las 18:25 (todavía quedan 5 minutos para el cierre anunciado por el horario del camping) se apaga la luz de vestuario y nos quedamos a oscuras. Mi hija de 8 años todavía está en la ducha y grita asustada porque tiene miedo a la oscuridad. De repente entra el responsable de la piscina (un chico muy musculoso) y lo único que hace es dar palmadas y decir cosas en francés de malas maneras, que interpretamos cómo que nos demos prisa.

Todavía faltan 5 minutos para que se cumpla el horario de la piscina.

Enciendo la linterna del móvil y voy a buscar a mi hija a la ducha, porque no es capaz de salir. El chico sigue metiendo presión para que salgamos. No damos crédito. Al final se queda junto a nosotros, con los brazos en jarra, en posición amenazante. Dando palmadas de vez en cuando y diciendo "Ale ale....", cómo si fuéramos animales.

Mi hija consigue secarse y vestirse prácticamente a oscuras.
18:30. Salimos por la puerta y el chico de la piscina viene detrás, cerrando la puerta con urgencia.

Todavía tengo mal cuerpo por haber vivido esta situación. El trato recibido no tiene justificación ninguna, y más cuando todavía estábamos dentro del horario de la piscina.

Una experiencia que no olvidaremos nunca y, por supuesto, un camping al que no volveremos.